> 115 9 C A P Í T U L O Debido a la implementación de forma generalizada en nuestro país de la mamografía como método de detección precoz y a la mayor eficacia de los tratamientos, las pacientes que son diagnosticadas de cáncer de mama viven más y sin evidencia de enfermedad; las tasas de supervivencia a 10 años son ya superiores al 85 %. El objetivo del seguimiento es diagnosticar recaídas tempranas de la enfermedad, segundas neoplasias, manejo y tratamiento de efectos secundarios tardíos de los tratamientos, así como promover un estilo de vida saludable como prevención no solo de enfermedades oncológicas, sino también de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, infecciosas y ocupacionales (1). A pesar de las altas tasas de curación, las supervivientes de cáncer de mama pueden tener secuelas, tanto físicas como psicológicas y psicosociales, que afectan a su calidad y de vida e interfirieren en la reincorporación a la vida social y laboral (2). Por ello, recomendamos unas sencillas medidas para intentar abordar precozmente las posibles secuelas de los tratamientos oncológicos (Tabla I). En la bibliografía médica encontramos multitud de estudios que permiten comparar diferentes modelos de seguimiento en pacientes con cáncer de mama. Se ha demostrado que el seguimiento exhaustivo tanto analítico, con determinación frecuente de marcadores tumorales, como radiológico (radiografías, ecografías, gammagrafías óseas y escáneres) no impacta en la supervivencia (3). Por ello, como seguimiento de estas pacientes se recomienda la realización de anamnesis, dirigida a descartar signos de recaída o presencia de secuelas de los tratamientos, comorbilidades o segundas Seguimiento en el cáncer de mama precoz Lourdes García Sánchez Servicio de Oncología Médica. Complejo Asistencial de Segovia. Segovia
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