Guía OncoSur de cáncer de mama

>  51 Manejo quirúrgico del cáncer de mama En los últimos años la reconstrucción mamaria posmastectomía se ha convertido en uno de los pilares fundamentales del tratamiento de nuestras pacientes. Poco a poco la reconstrucción inmediata, cuyos beneficios están ampliamente demostrados (1,2), se ha ido imponiendo en nuestra práctica habitual, a la vez que las técnicas microquirúrgicas se han abierto camino para complementar a las técnicas clásicas de reconstrucción (3). La obtención de buenos resultados y altas tasas de satisfacción implican la necesidad de estar capacitados para realizar todo el abanico de técnicas disponibles, y no limitarse a la aplicación sistemática de una misma técnica, no adecuada a todos los casos. Es necesario tener siempre presente el aspecto reconstructivo a la hora de tomar decisiones terapéuticas. Del mismo modo que no se entendería una desigualdad a la hora del empleo de tratamientos oncológicos, el cirujano plástico ha de formar parte, o al menos como interconsultor, de todas las unidades de patología mamaria en las que se realice reconstrucción. La creación de grandes centros de referencia especializados, donde sean derivadas todas estas pacientes para recibir un tratamiento de excelencia, ha de ser nuestro objetivo. En la actualidad es posible reconstruir en nuestra Unidad1 al 95 % de las pacientes de forma inmediata con resultados satisfactorios. El 80 % de los casos se reconstruyen con tejido autólogo mediante técnicas microquirúrgicas. En el 20 % restante, generalmente empleamos implantes. Los colgajos más empleados en reconstrucción autóloga son, por orden de frecuencia: DIEP (perforante de la arteria epigástrica inferior profunda, por su sigla en inglés) y su variante TRAM MS libre (colgajo de recto abdominal ahorrador de músculo); ambos toman el tejido abdominal inferior al ombligo, que en nuestra población de referencia suele ser la zona donde mayor cantidad de tejido transplantable encontramos, con la mínima secuela en zona donante, acaparan el 90 % de las reconstrucciones autólogas. PAP (perforante de la arteria femoral profunda)/TUG (músculo gracilis con isla transversa superior) son variantes de colgajos tomados de la cara interna y posterior del muslo, se realizan aproximadamente en un 9 % de las pacientes. Otros colgajos menos frecuentes (el 1 %) proceden del glúteo libre, dorsal ancho pediculado, etc. El colgajo TRAM (músculo recto abdominal) pediculado a flujo retrógrado (vasos mamarios), uno de los colgajos más empleados hace unos años, prácticamente ha caído en desuso con la generalización de la microcirugía, que proporciona para la misma zona transferida un aporte sanguíneo más robusto y una menor morbilidad en la zona donante. La reconstrucción autóloga, en general, ofrece mejor simetría para reconstrucciones unilaterales a corto, medio y, sobre todo, a largo plazo; evita la necesidad de realizar un seguimiento periódico y nuevas cirugías de simetrización en el futuro. 1Unidad de Reconstrucción Mamaria. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. Reconstrucción mamaria Israel Iglesias Pena Unidad de Reconstrucción Mamaria. Hospital Universitario 12 Octubre. Madrid

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