Guía OncoSur de cáncer de mama

>  61 Tratamiento sistémico del cáncer de mama INTRODUCCIÓN Aproximadamente el 75 % de los cánceres de mama presentan expresión de receptor de estrógenos y/o de progesterona, lo que les hace sensibles a tratamientos con hormonoterapia. Definir el estatus menopáusico de la paciente al diagnóstico es fundamental, dado que la terapia endocrina será diferente si la paciente es o no menopáusica (1). La terapia endocrina está indicada en todas aquellas pacientes con expresión detectable de receptor hormonal de estrógenos y/o progesterona, definida como aquella superior al 1 %. El tratamiento dependerá del estatus menopáusico y de otros factores tales como las diferencias en eficacia y posibles efectos secundarios. Para definir a una paciente como posmenopáusica se debe cumplir uno de los siguientes criterios (2): – Intervenida mediante ooforectomía bilateral previamente. – Edad superior a 60 años. – Edad inferior a 60 años y amenorrea durante 12 meses o más en ausencia de tratamiento de quimioterapia, tamoxifeno o supresión ovárica con niveles de hormona foliculoestimulante (FSH) y estradiol en rango de posmenopausia. En mujeres que inician tratamiento con quimioterapia, la amenorrea durante el tratamiento no es un marcador real de menopausia, ya que la función ovárica puede mantenerse intacta. Por ello, deben seriarse los niveles de estradiol y FSH de forma periódica. PACIENTES PREMENOPÁUSICAS Tamoxifeno 20 mg/día durante 5 años ha sido el estándar de tratamiento durante mucho tiempo. Recientemente, tras la publicación del estudio ATLAS, se considera ampliar el tratamiento hasta los 10 años por su beneficio en cuanto a disminución del riesgo de recaída y de la mortalidad asociada al cáncer de mama en pacientes de alto riesgo (3). En aquellas pacientes que se conviertan en posmenopáusicas durante los 5 años de tratamiento con tamoxifeno, realizar el cambio a inhibidores de aromatasa (IA) se considera beneficioso dependiendo del riesgo de recurrencia tardía (4). El tratamiento con quimioterapia induce una supresión ovárica y amenorrea secundaria que están relacionadas con un incremento de la supervivencia (5). Los estudios SOFT y TEXT demostraron un incremento en supervivencia libre de progresión (SLP) y supervivencia global (SG) en aquellas pacientes que recibían tratamiento con supresión ovárica en combinación con tamoxifeno o con IA, incluso en aquellas que recuperaban la menstruación hasta 8 meses tras el tratamiento de quimioterapia. El beneficio era mayor en aquellas pacientes de alto riesgo (mujeres jóvenes, con afectación ganglionar, tumores poco diferenciados, etc.), por lo que habían recibido tratamiento con quimioterapia (6,7). La duración del tratamiento con supresión ovárica no está claramente establecida, aunque la recomendación son 5 años de tratamiento, 2,5 años podrían ser suficientes en mujeres con mala tolerancia. En caso de suspender la supresión ovárica antes que el inhibidor de aromatasa, se deberá monitorizar estrechamente la función ovárica mediante determinaciones de estradiol y FSH séricos. Tratamiento adyuvante con hormonoterapia Miguel Ángel Lara Álvarez y Berta Obispo Portero Sección de Oncología Médica. Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid

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