XXXVI Congreso SETH

XXXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia 178 trombosis y otros motivos), resultado de anticuerpos anti -FP 4 –heparina (Ac FP4H) y tratamiento posterior en las sospechas de TIH a los que se solicitó Ac FP4H en un único centro y de forma consecutiva, con intención de analizar las diferentes variables y comparar datos con los aportados en la literatura. Se recogió la información de forma retrospectiva y se analizó descriptivamente utilizando el programa estadístico SPSS v 15.0. Resultados: En este periodo hubo 25 sospechas de TIH, de los cuales un 64 % de los casos precedían de servicios médicos y un 36 % de quirúrgicos; siendo los servicios de cardiología y neurología donde hubo mayor número de casos. El 96 % estaban recibiendo heparina de bajo peso molecular (HBPM) mientras que el resto Heparina no fraccionada (HNF). De las 25 sospechas de TIH, 5 presentaban un score de riesgo bajo, 17 intermedio y 3 alto. En todos los casos se determinaron los Ac FP4H. En los de riesgo alto e intermedio se interrumpió el tratamiento con he- parina, cambiándose por fondaparinux. Todos los pacientes con score de bajo riesgo presentaron Ac FP4H negativos. De los 17 con score intermedio, 5 presentaron Ac FP4H positivos, 7 inde- terminados y 5 negativos. Los 3 pacientes con score de alto ries- go, presentaron Ac FP4H positivos (1 paciente fue inicialmente indeterminado). La cifra media de plaquetas al diagnóstico de TIH fue 49 x 10 9 /L (rango 6-97 x 10 9 /L), de los casos positivos un 75 % (n = 6) alcanzaron > 100 x 10 9 /L plaquetas y el 25 % (n = 2) alcanzó > 150 x 10 9 /L plaquetas. Tras el diagnóstico e inicio del tratamiento, el tiempo medio hasta alcanzar recuperación del re- cuento plaquetar fue de 2,68 días (> 50 x 10 9 /L) y de 9,75 días (> 100 x 10 9 /L). En solo 2 casos se asoció a trombosis coincidiendo con los score s de alto riesgo. Conclusiones: En la presente revisión se describen las ca- racterísticas clínico-analíticas del diagnóstico de la TIH en nues- tro centro en un periodo de 5 años. En nuestra serie, la TIH es más frecuente en pacientes procedentes de servicios médicos y aunque la experiencia es limitada, se observa correlación entre la sospecha clínica, el score T4 y los resultados del test realizado, pareciendo el score T4 una herramienta útil para estimar la pro- babilidad pretest de TIH. Sería interesante poder comparar el sco- re T4 con otros métodos diagnósticos, con el fin de realizar una mejora en el reconocimiento rápido y el tratamiento de estos pa- cientes disminuyendo así la morbimortalidad asociada a la TIH. Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. PO-385 Comportamiento en vida real de los anticoagulantes orales de acción directa en la población con fibrilación auricular y obesidad mórbida Navarro-Almenzar B; García-Candel F; Cerezo-Manchado JJ; Fernández Poveda E; Leal Rubio JD; Sánchez Villalobos M; Serrano Jara C; Cascales Hernández A; Moraleda Jiménez JM Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia Introducción: La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más prevalente en el mundo y la principal causa de anticoagulación. Cada vez son más los pacientes tratados con anticoagulantes ora- les de acción directa (ACOD) para la prevención del ictus en este contexto. Entre estos pacientes, hay un porcentaje no desprecia- ble de pacientes con obesidad mórbida, en los cuales la ISTH no recomienda su uso ya que no está clara su eficacia y seguridad en esta población. Objetivos: Analizar la seguridad y eficacia de los ACOD en la población con fibrilación auricular y obesidad mórbida en la práctica clínica diaria, así como el porcentaje de pacientes mal dosificados. Métodos: Estudio retrospectivo en el que se incluyeron pa- cientes con FA con peso = 120 kg y/o índice de masa corporal (IMC) = 40, que iniciaban tratamiento con un ACOD por primera vez, entre enero de 2013 y diciembre de 2016. Se calcularon las tasas de muerte, ictus isquémico y eventos hemorrágicos y el por- centaje de pacientes mal dosificados y su significación clínica. El seguimiento medio fue 20,2 ± 7,3 meses (1,68 años). Resultados: Se incluyeron 135 pacientes con obesidad mór- bida. La edad media fue 71 ± 11 años. El 60,7 % eran mujeres. El ACOD más prescrito fue rivaroxaban (40 %) seguido de apixa- ban (30,4 %) y dabigatran (28,9 %). Ningún paciente estaba en tratamiento con edoxaban. Las puntuación media de las escalas CHA2DS2-VASc fue 3,7 ± 1,6 y de la escala HAS-BLED 2,3 ± 0,9. La mayoría de la población (91,6 %) era hipertensa y un 37,8 % tenía diabetes. El 21,5 % tenía insuficiencia cardiaca. El 8 % tomaba antiagregantes de forma concomitante. Solo una mi- noría de pacientes (4,4 %) tenía un aclaramiento renal menor de 50 mL/min. El 77,3 % de los pacientes estaban tomando la dosis estándar del fármaco. La tasa de muerte, ictus isquémico y hemorragia mayor fue- ron 0,05, 0,01 y 0,03 respectivamente. No se registró ninguna he- morragia intracraneal durante el seguimiento. Al comparar con el grupo sin obesidad mórbida, no se encontraron diferencias en cuanto a los eventos estudiados salvo una mayor tasa de sangrado menor en la población sin obesidad mórbida (0,04 vs. 0,09 %, p = 0,03). En el análisis multivariado, un mayor IMC, una puntuación más alta en la escala de HAS-BLED y la diabetes fueron fac- tores independientes de mortalidad. Tomar la dosis estándar se comportó como factor protector de muerte. Veinticinco pacientes (18,5 %), estaban recibiendo una dosis incorrecta según la ficha técnica, estando mayoritariamente infradosificados, lo cual se tradujo en una mayor mortalidad (24 % vs. 5,5 %, p = 0,003) y sangrado mayor (12,0 % vs. 2,7 %, p = 0,007) con respecto al grupo bien dosificado en la población con obesidad mórbi- da. Para los eventos ictus isquémico y hemorragia mayor, no se asoció ninguna variable de manera independiente en el multiva- riado. Conclusiones: No se ha encontrado una mayor tasa de mor- talidad, ictus isquémico o eventos hemorrágicos mayores en la población con obesidad mórbida en nuestro medio, por lo que podríamos concluir que se pueden usar de manera segura en este grupo de pacientes. No obstante, son necesarios estudios farma- codinámicos y farmacocinéticos para asegurar esta afirmación con más rotundidad

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