Guía OncoSur de diagnóstico y tratamiento del dolor
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y sencillas que se pueden responder con un mínimo grado de dificultad y son de una inestimable
ayuda para planificar una terapéutica antiálgica adecuada, que en gran parte está vehiculizada por la
intensidad del dolor que el paciente refiere.
Esta intensidad puede ser medida mediante el uso de instrumentos específicos, denominados gené-
ricamente escalas de valoración analgésica.
La Figura 1 representa las escalas estandarizadas utilizadas más frecuentemente.
Escala visual analógica (VAS)
El paciente marca con una cruz donde se sitúa el dolor
No dolor
1
Muy suave
2
Suave
3
Moderado
4
Intenso
5
Muy intenso
6
0
No dolor
El peor dolor
No dolor
El peor dolor
10 cm
Escala de clasificación verbal (VRS)
Escala de clasificación numérica (NRS)
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10
Figura 1.
Escalas de valoración analgésica utilizadas más frecuentemente.
En la correcta valoración del dolor hay que tener en cuenta no solo la intensidad del mismo, sino
otros factores como la forma en que se inicia y la duración, su localización e irradiación, la existen-
cia o no de episodios de exacerbación, los tratamientos que previamente ha recibido el paciente y su
eficacia y la existencia o no de limitaciones funcionales o sociolaborales.
Las escalas de valoración analgésica más frecuentemente utilizadas son la escala visual analógica
o
Visual Analogue Scale
donde sobre una línea de 10 cm de longitud que va de 0 a 10, siendo 0 la
ausencia de dolor y 10 el peor dolor posible, el paciente marca con una cruz la situación de su dolor.
La escala de clasificación verbal o
Verbal Rating Scale
en la que la intensidad del dolor está numera-
da desde 1 no dolor a 6 dolor muy intenso. La escala de clasificación numérica o
Numerical Rating
Scale
gradúa el dolor de 0 a 10, siendo 0 no dolor y 10 el peor dolor, el paciente señala el número
que mejor califica el dolor.
Otras escalas entre las que se encuentran el
Brief Pain Inventory
o el
McGill Pain Questionnaire
permiten una valoración multidimensional con una evaluación cualitativa del dolor y de cómo inter-
fiere este en la vida diaria. Estas escalas son importantes, pero son complejas y su aplicación requiere
de un tiempo significativo (7).
4. TRATAMIENTO
El control subóptimo del dolor en los pacientes diagnosticados de cáncer puede ser muy debilitante
para él y su familia, añadiéndose al distrés que supone el diagnóstico.