Guía OncoSur de diagnóstico y tratamiento del dolor
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5. CLASIFICACIÓN
El DI se clasifica en dolor incidental y dolor idiopático o espontáneo (4,5).
El dolor incidental representa del 32-94 % de los casos. Es aquel dolor desencadenado por
una actividad física o movimiento voluntario (volitivo) o involuntario (no volitivo). Incluye
tres subtipos, predecible, impredecible o procedimental. El dolor incidental predecible es aquel
que presenta una relación causal con un movimiento (cambiar de postura o masticar). El dolor
incidental impredecible se desencadena por movimientos involuntarios (espasmos vesicales), y
el dolor procedimental está relacionado con una intervención o procedimiento terapéutico (curar
una herida).
El dolor idiopático o espontáneo representa el 28-45 % de los episodios de DI. Es el que apa-
rece sin que haya una causa desencadenante conocida. Generalmente su duración es mayor que
la del dolor incidental y su manejo es más complicado debido a que no es posible prevenir su
aparición.
6. TRATAMIENTO
El concepto de DI es diferente al de dolor crónico, como se refirió con anterioridad, pero ambos
están estrechamente relacionados. Las características del DI requieren un fármaco que posea rapidez
de acción, duración de efecto corto, potencia analgésica alta, fácil de usar y seguro.
Hasta la aparición de los fentanilos transmucosos era la morfina de liberación normal el fárma-
co más usado para su control, pero ni los 30 minutos en los que inicia su efecto analgésico ni las
3-4 horas de duración de su acción se corresponden con las necesidades típicas para el control de un
episodio de DI.
Los fentanilos transmucosos (Tabla I) se han diseñado específicamente para esta indicación y a lo
largo de los años han aparecido en diferentes presentaciones de citrato de fentanilo, cuya alta lipo-
solubilidad hace que la absorción sea prácticamente inmediata y sus niveles plasmáticos en sangre,
muy altos (8).
Aunque el efecto es similar en todos ellos, hay alguna característica que los diferencia y hace que
sea preferido uno u otro en determinados perfiles de pacientes y situaciones.
A continuación describiremos las características de cinco formulaciones eficaces (9) para el trata-
miento de DI (de forma resumida se exponen en la Tabla I):
–
Citrato de fentanilo transmucoso oral (Actiq
®
)
Su administración es bucofaríngea y debe colocarse en la boca, contra la mejilla desplazando el
aplicador. No debe masticarse y ha de procurar tragarse lo mínimo posible. Fue el primer fenta-
nilo transmucoso comercializado. Lo que lo diferencia del resto es que es autorregulable.
–
Citrato de fentanilo transmucoso en comprimidos bucales (Effentora
®
)
Se debe colocar en la cavidad bucal (cerca de un molar, entre la mejilla y la encía). No se debe
masticar ni chupar ni tragar. El compuesto añade ácido cítrico para aumentar la solubilidad del
fentanilo, alcanzando una biodisponibilidad del 65 %.