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olor
irruptivo
Ignacio Delgado Mingorance y Marta González Cordero
C A P Í T U L O
D
olor irruptivo (DI) es aquella exacerbación transitoria de dolor que aparece, ya sea espon-
táneamente o relacionada con un desencadenante concreto, predecible o impredecible, a
pesar de existir un dolor estable y adecuadamente controlado. Su falta de control se asocia
a sufrimiento psicológico, deterioro funcional y empeoramiento de la calidad de vida, por lo que
los pacientes afectados por este tipo de dolor se muestran insatisfechos con la terapia analgésica
pautada.
Es frecuente confundir el DI con otro tipo de entidades. Por esto es necesario conocer sus
criterios diagnósticos y clínicos: la presencia de dolor basal adecuadamente controlado y la
existencia de exacerbaciones transitorias de dolor de rápida instauración, corta duración y alta
intensidad.
Por esto, la analgesia de elección ha de ser un opioide potente (debido a la intensidad del dolor),
de rápido inicio de acción y duración breve. Esto se ha conseguido con los fentanilos transmucosos.
Hoy, disponemos de un amplio arsenal terapéutico y aunque el efecto es similar en todos ellos, hay
algunas diferencias que hacen que sea preferido uno u otro en determinados perfiles de pacientes y
situaciones. El uso correcto precisa de un proceso previo de titulación.
1. CONCEPTO
El DI fue definido por primera vez en 1990 por Portenoy y Hagen como “una exacerbación
transitoria de dolor, que ocurre en un paciente con cáncer con dolor basal estable y en trata-
miento crónico con opioides” (1). Pronto se asumió que esta definición no era del todo correcta,
pues el DI no es específico de pacientes con cáncer ni de aquellos en tratamiento crónico por
opioides, por lo que los mismos autores publicaron una definición modificada que describe el DI
como “una exacerbación transitoria del dolor, experimentado por un paciente con el dolor basal