Guía OncoSur de sarcomas de partes blandas
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• Estas son las lesiones que se pueden caracterizar con RM: lipoma, ganglión, quiste de
Baker, bursitis, malformaciones vasculares, hematoma, miositis osificante, tumores de las
vainas nerviosas periféricas, desgarros musculares, sinovitis villonodular pigmentada y
aneurismas (2).
– Localización de la zona más representativa de cara a una posible biopsia.
– Búsqueda de metástasis a distancia
(skip
metástasis).
Otras secuencias en RM: si bien disponemos de técnicas novedosas tanto cualitativas como cuanti-
tativas, solamente las secuencias de desplazamiento químico (fase/fase opuesta) permiten, en masas
con muy escaso tejido graso, donde identifiquemos pérdida de señal en fase opuesta, sugerir un diag-
nóstico (liposarcoma). Tanto los estudios de difusión como la espectroscopia carecen de suficiente
precisión para diferenciar lesiones benignas de malignas y no se suelen emplear de rutina en el ma-
nejo de inicio de las masas de partes blandas (6).
Ante la sospecha de una lesión maligna o posiblemente maligna deberíamos hacer, posteriormente,
una biopsia dirigida por imagen tras haber presentado el caso ante el comité multidisciplinar corres-
pondiente.
1.2.4. Biopsia percutánea con aguja gruesa
Se debe realizar en todos los casos (Figura 4), excepto en aquellas masas superficiales menores
de 5 cm (en su mayoría benignas) en las que se puede adoptar una actitud expectante o una cirugía
de inicio si es técnicamente asequible de manera óptima (si el resultado anatomopatológico fuera de
sarcoma, una cirugía de segunda intención no debería comprometer el resultado funcional o el pro-
nóstico del paciente). No realizaremos tampoco una biopsia en aquellas masas en las que la RM nos
indique con certeza que la lesión es benigna.
Condiciones para realizar una biopsia con aguja gruesa (BAG):
– Su necesidad debería haber sido evaluada idealmente en el comité de tumores de partes blandas.
– El trayecto de la biopsia debería acordarse con el cirujano a fin de no comprometer la cirugía
posterior.
– No se deben contaminar compartimentos no afectados por el tumor.
– El punto de entrada debería tatuarse (para poder proceder a la exéresis posterior del trayecto de
biopsia).
– Se debe realizar bajo control radiológico para obtener muestras lo más representativas del tumor
y evitar las zonas de necrosis.
– Deberíamos emplear agujas coaxiales de 16 o 14 G.
– Obtener las muestras (al menos 3 cilindros) a través del mismo orificio.
La actitud que se debe seguir ante la sospecha de una masa de partes blandas quedaría resumida en
el algoritmo de la figura 5.