Guía OncoSur de sarcomas de partes blandas
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1. LA RADIOLOGÍA EN EL MANEJO DE LOS SARCOMAS DE PARTES BLANDAS
La valoración de las masas de partes blandas por parte de los radiólogos ha cambiado sustancial-
mente en los últimos años debido a las continuas mejoras en las técnicas de imagen. Actualmente
podemos disponer, además de los cortes multiplanares habituales, de información cuantitativa y me-
tabólica. La selección de las diferentes secuencias y su correcta aplicación puede ser difícil dada la
amplia disponibilidad de técnicas, secuencias, métodos de imagen, etc. No obstante
el objetivo final
sigue siendo el mismo: el diagnóstico y la correcta estadificación de las masas.
Pensar, ante una masa desconocida, en la posibilidad de que se trate de un sarcoma de partes blan-
das es de suma importancia, ya que las primeras actuaciones terapéuticas van a condicionar las futu-
ras secuelas funcionales y el pronóstico de los pacientes. Por ello es fundamental que los radiólogos
que afronten este tipo de casos estén integrados en un equipo multidisciplinar junto con anatomopa-
tólogos, cirujanos, radioterapeutas y oncólogos médicos.
1.1. ¿Cuándo sospechar un sarcoma de partes blandas?
Ante cualquier masa profunda (subaponeurótica), independientemente de su tamaño, y ante cual-
quier masa superficial (supraaponeurótica) mayor de 5 cm. En estos casos se deben realizar pruebas
de imagen previas a cualquier otro procedimiento terapéutico o diagnóstico invasivo.
1.2. ¿Qué hacer ante la sospecha de un sarcoma de partes blandas?
Es muy importante tener en cuenta que
la valoración radiológica debe preceder a la biopsia diag-
nóstica.
1.2.1. Ecografía
Se trata en la mayoría de los casos de la primera técnica de imagen que realizamos en el estudio
de masas de partes blandas. En algunos casos es un hallazgo incidental. La ecografía debería ser,
idealmente, realizada por un radiólogo, dado su conocimiento de la técnica ecográfica y del resto
de métodos de imagen que se pudieran realizar posteriormente (1,2). Nos proporciona información
acerca del tamaño, localización profunda o superficial y de si se trata de una lesión quística (como
un quiste sinovial o ganglión) o sólida. Entre las ventajas de esta técnica destacan la ausencia de
radiación, su fácil disponibilidad y que es coste-efectiva. Las desventajas son su dependencia de la
experiencia del ecografista y la dificultad para identificar lesiones pequeñas o profundas. Además, no
nos sirve para diferenciar cicatrices posquirúrgicas frente a recidivas locales ni determina fácilmente
la infiltración articular u ósea.
Hay que tener especial cuidado en la ecografía con el diagnóstico de los hematomas de partes blan-
das, ya que las áreas de necrosis de los sarcomas a menudo tienen un aspecto ecográfico de hemato-
mas. Por tanto, se debe realizar una resonancia magnética (RM) a todos estos pacientes (Figura 1).
Criterios ecográficos de benignidad; lesiones benignas (2):
– Quistes simples,
bursas,
quistes sinoviales/gangliones: lesiones bien definidas, quísticas sin nin-
gún componente sólido, anecoicas, con refuerzo acústico posterior y no vascularizadas.