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Guía OncoSur de diagnóstico y tratamiento del dolor

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El DN supone un reto en el tratamiento del dolor tanto por su incidencia como por la complejidad

de su manejo. Un estudio sobre 2.118 pacientes publicado por Zech y cols. (1) en 1995 evidenció

que la incidencia de DN en enfermos oncológicos llega a ser de hasta el 40 %, cuando se considera

tanto el DN puro como formas mixtas asociadas a dolor somático o visceral. Este tipo de dolor puede

aparecer en los enfermos con cáncer avanzado por causas tumorales (generalmente por compresión

de plexos nerviosos) o no tumorales (neuralgia trigeminal, plexopatía postradioterapia o postmastec-

tomía, radiculopatías, neuropatía diabética, dolor del miembro fantasma).

Su complejidad y resistencia a las pautas clásicas de tratamiento basadas en la escalera analgésica

de la Organización Mundial de la Salud hacen del DN una entidad especial en la terapéutica del dolor

que requiere un enfoque específico.

2. DIAGNÓSTICO DEL DOLOR NEUROPÁTICO

El DN se caracteriza clínicamente por la presencia de síntomas rara vez presentes en otros tipos de

dolor, como son las sensaciones extrañas en la piel, sensación de electricidad o quemazón, alodinia,

hiperalesia o hiperpatía, entre otros. Las escalas de LANSS, DN-4 y Screening Tool constituyen he-

rramientas válidas para la detección del DN y son las de referencia para ello.

3. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR NEUROPÁTICO

Los fármacos clásicos utilizados para el dolor nociceptivo obtienen peores resultados cuando son

utilizados en el tratamiento del DN, siendo los medicamentos considerados coadyuvantes (antidepre-

sivos y anticomiciales, principalmente) el tratamiento fundamental en estos casos.

3.1. Antidepresivos

Actúan a través de la inhibición de la transmisión del dolor inhibiendo la recaptación de serotonina

por la neurona presináptica, influyendo también sobre la neurotransmisión histaminérgica, colinérgi-

ca y glutaminérgica, inhibiendo así la conducción del impulso doloroso.

3.1.1. Tricíclicos

En 1995 se publicó una revisión sistemática de trece ensayos aleatorizados que muestra la eficacia de

los antidepresivos en el tratamiento del DN por neuropatía diabética y por neuralgia postherpética (2).

El número de pacientes que deben ser tratados para conseguir una reducción del dolor de al menos un

50 % (NNT) fue de 3,0 (2,4 a 4,0). Un 30 % de pacientes obtiene un alivio del dolor superior al 50 %.

La mayoría de los ensayos demostró un beneficio analgésico con el uso de antidepresivos, sin cam-

bios significativos en el estado de ánimo, lo que demuestra que el efecto analgésico es independiente

del efecto antidepresivo. La dosis necesaria para el control del dolor resultó en general menor que la

necesaria para conseguir el efecto antidepresivo.

Los antidepresivos tricíclicos se asocian con un amplio abanico de efectos adversos como exacer-

bación de glaucoma, retención urinaria, estreñimiento, cambios cognitivos, taquicardia, hipotensión

ortostática y arritmias cardiacas, entre los más destacados. El número de pacientes necesario para

producir un efecto adverso fue para los efectos adversos menores de 3,7 (2,9 a 5,2) y para los efectos