Guía OncoSur de diagnóstico y tratamiento del dolor
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– Tratamiento en aceleradores lineales, eligiendo siempre la unidad donde se pueda aplicar antes
el tratamiento y en el menor tiempo posible, sobre todo si el paciente no puede mantener la pos-
tura de tratamiento por dolor o disnea.
– Fraccionamientos cortos con dosis altas por fracción (hipofraccionamiento): este criterio depen-
derá de la localización tumoral, el estado del paciente y sus expectativas de vida, de la respuesta
sintomática y de la disponibilidad de las unidades de tratamiento.
– No debe existir demora en la administración de un tratamiento sintomático.
– La complejidad de la planificación y de la dosimetría deberán definirse de forma individualizada
(RT intraoperatoria paliativa en cáncer de páncreas, radiocirugía estereotáxica en metástasis
espinales, irradiación hemicorporal en metástasis óseas múltiples, etc.).
Aunque con la misma finalidad (el alivio del dolor), el resultado de la irradiación no es el mis-
mo en un paciente con cáncer de pulmón con metástasis óseas múltiples que en una paciente con
cáncer de mama y metástasis única a nivel dorsal. Por ello, la RT aplicada con intención paliativa
o sintomática debe estar condicionada a las características concretas de cada caso, sin caer en la
simplicidad de tratamientos sencillos o rápidos que no consideren el estado del paciente y sus
expectativas de vida.
No existen en la actualidad escalas de criterios clínicos de respuesta sintomática en los tratamientos
paliativos con RT. Habitualmente, el uso de analgésicos, el alivio del dolor y la valoración del estado
general han sido los elementos más utilizados como medida de respuesta a la RT paliativa. Las esca-
las analógicas visuales, las escalas de evaluación sintomática en pacientes paliativos de Edmonton
(Edmonton Symptom Assessment System)
, del Memorial
(Memorial Symptom Assessment Scale)
y
otras
(Palliative Care Outcome Scale; BPI: Brief Pain Inventory)
, al ser las únicas validadas, son
el mejor instrumento para analizar el alivio sintomático en los pacientes sometidos a terapéuticas
paliativas (3).
En la respuesta del dolor a la RT, se ha establecido un consenso de definición de respuesta (4):
–
Respuesta completa:
si la gradación del dolor es igual a 1 o 2, sin incrementos de la analgesia
con respecto a la analgesia de base.
–
Respuesta parcial:
• Si la reducción del dolor es de 2 o más puntos, sin acompañarse de un incremento de la anal-
gesia.
• Reducción de un 25 % de la analgesia o más, sin incrementos de la puntuación en la escala
analógica visual.
–
Progresión del dolor:
incrementos de 2 o más puntos con estabilidad en la analgesia o incremen-
tos de esta.
2. RADIOTERAPIA EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR ONCOLÓGICO
La RT tiene un efecto antiálgico ampliamente conocido ya desde los años sesenta. Consigue
aliviar el dolor en el 75 % de los casos y que desaparezca entre un 20 y 60 %. Este efecto anal-
gésico puede comenzar a notarse entre el 3.
er
y 10.º día, según los fraccionamientos utilizados
(1,2).