El paciente en la fase final. Medidas adicionales. Comunicación con el paciente. Sedación
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– Cuidados de la boca y labios: hidratación frecuente de la boca-labios con infusiones o direc-
tamente agua (empleo de torundas, gasas o jeringas). Evite clorhexidina, vaselina o productos
desinfectantes o elixires. Aplique gel de metilcelulosa sobre los labios o manteca de cacao con-
vencional. Retirar las prótesis dentales.
– Dolor: mantener las dosis de opioides o ajustarlas en función de la progresión del dolor (intente
la comunicación directa con el paciente).
– Náuseas-vómitos: haloperidol (2,5 mg hasta 10 mg cada 24 horas) en vía subcutánea o intravenosa.
– Mioclonias-convulsiones: midazolam subcutáneo o intravenoso (15-30 mg/día), mantener infu-
sión tras un bolo inicial de 5-10 mg. Como alternativas clonazepam (Rivotril
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) con bolo de 1 mg.
– Agitación psicomotriz: descartar siempre la presencia de dolor, retención urinaria o impactación
fecal y también de síntomas de deprivación (benzodiacepinas). Puede ser uno de los síntomas
que requieran sedación paliativa.
– Disnea: el tratamiento se fundamenta en el uso de dosis de morfina partiendo del incremento
en un 25-30 % sobre la dosis diaria previa del paciente, aunque las dosis de rescate pueden ser
inferiores a las usadas en el rescate del dolor (25-50 %).
– Estertores: facilitar la ligera flexión del cuello del paciente; uso de clorhidrato de escopolamina
0,5-1 mg cada 4-6 horas (vía subcutánea) o bromuro de hioscina 20 mg cada 4-6 horas.
5. SEDACIÓN
Entramos en un área especialmente delicada en la que las decisiones deben consensuarse y medi-
tarse, además de considerarse siempre, transitorias y reversibles. De ahí la necesidad de reflejar de
forma muy cuidadosa en la historia clínica: cuándo, con quién y por qué se toman las decisiones.
Se estima que aproximadamente el 22 % de los pacientes ingresados en una unidad hospitalaria de
cuidados paliativos precisan de sedación paliativa para el control adecuado de su sintomatología en
la agonía. Los siguientes conceptos y clasificaciones están basadas en las propuestas por la Sociedad
Española de Cuidados Paliativos revisadas en 2008, y se han revisado de nuevo por el grupo de Mar-
co Maltoni de Milán
(https://www.moffitt.org/File%20Library/Main%20Nav/Research%20and%20Clinical%20Trials/Cancer%20Control%20Journal/v22n4/433.pdf).
5.1. Clasificación de la sedación: objetivo, temporalidad e intensidad
– Según el objetivo:
•
Primaria:
es la disminución de la conciencia de un paciente que se busca como finalidad de
una intervención terapéutica.
•
Secundaria
(mejor denominarla somnolencia): la disminución de la conciencia es efecto se-
cundario de la medicación.
– Según la temporalidad:
•
Intermitente:
es aquella que permite periodos de alerta del paciente.
•
Continua:
la disminución del nivel de conciencia es de forma permanente.
– Según la intensidad:
•
Superficial:
es aquella que permite la comunicación del paciente (verbal o no verbal).
•
Profunda:
aquella que mantiene al paciente en estado de inconsciencia.